El PRP capilar utiliza las plaquetas del propio paciente para estimular el crecimiento del pelo y mejorar su densidad. El plasma rico en plaquetas se inyecta en el cuero cabelludo para revitalizar los folículos pilosos.
La PRP puede fortalecer los folículos pilosos, aumentar la densidad capilar y reducir la caída del cabello. Los estudios demuestran que entre el 70 y el 80% de los pacientes informan de una mejora significativa de la densidad y la calidad del cabello.
El tratamiento consiste en tomar una muestra de sangre, centrifugarla para separar las plaquetas y el plasma, y luego inyectar el PRP en las zonas afectadas del cuero cabelludo. Este proceso dura aproximadamente entre 60 y 90 minutos.
Los efectos secundarios pueden incluir dolor temporal o sensibilidad en el lugar de la inyección, hinchazón leve o hematomas.
Los resultados varían, pero muchos pacientes observan mejoras al cabo de 3 a 6 meses. Alrededor del 60-70% de los pacientes sienten una mejora significativa tras varias sesiones.
El PRP se recomienda a las personas que sufren caída del cabello androgenética, alopecia areata o caída difusa del cabello. Aproximadamente el 75-85% de los pacientes se consideran buenos candidatos.
La terapia LED utiliza diferentes longitudes de onda de luz para tratar diversas afecciones cutáneas. La luz roja/infrarroja estimula la producción de colágeno y la regeneración celular, mientras que la luz azul mata las bacterias responsables del acné.
Sí, la combinación de PRP y terapia LED puede ofrecer beneficios adicionales, como una mejor absorción del producto, una mayor estimulación del colágeno y una reducción de la inflamación.